La Fundación para el Desarrollo Sostenible (fundada en 1997, Fundacja EkoRozwoju – FER) es una organización no gubernamental (ONG) cuya misión es la educación medioambiental, la promoción del desarrollo sostenible y la conservación de la naturaleza. Lleva a cabo proyectos en colaboración con asociaciones, instituciones públicas y la educación nacional. La Fundación es miembro de la Alianza de Asociaciones Polacas de la Red Verde
Campo de actividad
Medio ambiente
Equipo de trabajo
16 personas empleadas y 16 de voluntarias
Ciudad
Wrocław
Página web/redes sociales
http://fer.org.pl
Desde 2013, la Fundación para el Desarrollo Sostenible gestiona el EkoCentrum, un local restaurado que promueve los valores del desarrollo sostenible y ofrece salas para asociaciones. La FER ha establecido normas para el funcionamiento de este local con el fin de promover una gestión ecorresponsable para su personal y los usuarios del local.
En materia de flujos energéticos y de edificios, la asociación ha puesto en marcha las siguientes acciones
instalación de una bomba de calor que utiliza energía renovable y electricidad
instalación de paneles solares que proporcionan energía a las farolas del patio
instalación de un tejado de hierba para aislar
recuperación del agua de lluvia para los aseos
recurrir a artesanos locales para los trabajos de construcción (carpinteros, etc.)
En cuanto a las compras:
recurrir a la restauración vegetariana o vegana con productos ecológicos y de temporada
comprar en circuitos cortos
seleccionar socios de la economía social y solidaria
regular la restauración de los usuarios de los locales imponiendo únicamente comida vegetariana o vegana
La acumulación de problemas relacionados con la crisis climática llevó al equipo a querer actuar. El desarrollo de un equipo más amplio de voluntarios y simpatizantes en torno a 2010 exigió el establecimiento de normas comunes y fue una oportunidad para reflexionar sobre prácticas ecorresponsables
Las iniciativas de buenas prácticas suelen ser individuales (empleados y voluntarios) y estar vinculadas a valores compartidos en la vida privada, luego compartidos con el grupo y validados en reuniones de equipo.
El criterio de comida al menos vegetariana, idealmente vegana, surgió de una iniciativa de un equipo de educadores (que se ocupaba de la crisis climática). Este criterio se revisa periódicamente y se debate con los nuevos miembros del equipo. A pesar de los datos concretos, los hechos que demuestran la necesidad de cambiar el sistema alimentario, es un tema difícil, incluso para los activistas medioambientales.
Los largos debates sirvieron para concienciar sobre la importancia de respetar las normas alimentarias, y la dificultad estriba en comunicar estas normas a los nuevos miembros del equipo para garantizar su sostenibilidad. Además, los responsables de compras no siempre tienen reflejos para comprar productos responsables, por falta de tiempo o accesibilidad. Por último, los hábitos alimentarios son a veces difíciles de cambiar porque dependen de elecciones personales; por ejemplo, a algunas personas no les gusta el sabor del café de comercio justo.
Frecuencia de cumplimiento de las normas establecidas (p. ej., el 100% de los actos contaron con un servicio de comidas a base de plantas, el 100% de los proveedores de servicios eran representantes de la ESS, el 100% del café/té procede de la CE, mayor cooperación en la contratación conjunta sostenible).