
24 Oct ¿Una ecología para todos?
Este artículo ha sido redactado por voluntarios del servicio cívico que participan en el proyecto radiofónico Agissons, que cuenta con el apoyo del MRES. Esta iniciativa les permite realizar entre 3 y 6 programas al año y escribir artículos de prensa sobre el tema de la transición ecológica, además de recibir formación en técnicas periodísticas y radiofónicas. Más información: http://agissons.ovh
No es ningún secreto que los barrios más pobres son los más expuestos a todo tipo de contaminación: acústica, visual y atmosférica. Tanto la ONU como el Observatorio de las Desigualdades de Francia constatan que el aire de los barrios más pobres está más contaminado y provoca un aumento significativo de las muertes prematuras por cardiopatías, accidentes cerebrovasculares e infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores. La OMS también señala que la contaminación atmosférica causó 7 millones de muertes en todo el mundo en 2016 (1). Además, se ha observado que las desigualdades medioambientales tienen una dimensión territorial y afectan sobre todo a quienes están sobreexpuestos a ellas por el lugar donde viven o trabajan: los más pobres. Un ejemplo flagrante es el huracán Katrina, que devastó parte de Estados Unidos (y Nueva Orleans en particular) en 2005. Durante esta catástrofe natural, los más pobres se encontraron con los medios de evacuación más rudimentarios (no disponían de coches para evacuar rápidamente las zonas de alto riesgo), en zonas más expuestas, en casas fabricadas con materiales menos resistentes que las de los más acomodados, y tuvieron mayores dificultades para instalarse en un nuevo hogar (por falta de recursos económicos) (2).
Pero aunque los más pobres son los más expuestos, también tienen los estilos de vida con menos emisiones de gases de efecto invernadero. No sólo porque poseen menos equipos que consumen energía (como secadoras, lavadoras, lavavajillas, coches, etc.), sino también porque van menos de vacaciones y a lugares más cercanos (reduciendo el uso de transportes contaminantes, como los aviones). También desarrollan comportamientos ascéticos ligados a su situación económica y a la tradición familiar de comportamiento razonable (3). Una cosa está clara: los que menos CO2 emiten son los más expuestos a los daños y riesgos medioambientales provocados por un modelo consumista que favorece a los más ricos.
Este artículo se mueve por una paradoja: muestra que los más acomodados tienen el monopolio de una lucha que afecta a los sectores más precarios de la población. Este dominio de la cuestión ecológica por parte de las clases altas se debe en parte a que el Estado capitalista ha asumido la crítica ecológica, la ha difundido y la ha convertido en una cuestión de responsabilidad individual. Esta integración de la lucha ecológica en el Estado ha llevado a la difusión de un discurso eco-normativo por parte de instituciones que parecen estar más alejadas de los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Es el caso, por ejemplo, de las escuelas, donde el mensaje transmitido por los profesores conciencia a los alumnos de sus responsabilidades ecológicas. Sin embargo, las familias más alejadas de la cultura escolar son también las que se mantendrán al margen de una lucha que, no obstante, les concierne mucho. Por tanto, parece necesario que la cuestión ecológica se difunda y se ponga en práctica de forma que llegue realmente a una mayor diversidad de personas, con el fin de defender los intereses de todos, especialmente de los más expuestos.
Algunas iniciativas inspiradoras…
Por eso consideramos importante pensar en la ecología para todos. Pero tal vez debamos adaptar nuestros mensajes a públicos diferentes. Al menos eso es lo que piensa Féris Barkat, cofundador de la asociación francesa Banlieues Climat. Su asociación ofrece formación sobre cuestiones climáticas a jóvenes de barrios populares. Féris Barkat dirige él mismo estos cursos y explica la importancia de concretar estas cuestiones. Uno de los problemas de los movimientos ecologistas es su alejamiento de la realidad de los barrios populares. En declaraciones a Mouv’ radio (4) : «La gente habla mucho del consumo, pero nosotros no consumimos. Es una caricatura. Existe todo un ámbito de alimentación, resiliencia y salud en los barrios que hay que abordar.». Otra forma de hacer práctica la formación es que los que la reciban se conviertan a su vez en formadores, para crear una red de formadores de barrios populares. Es una forma de ampliar el frente ecologista y hacerlo más representativo de la diversidad de la población.
En la misma línea, en Bagnolet, cerca de París, el primer centro ecológico popular de Francia ha abierto sus puertas en 2021. Dos asociaciones están detrás del proyecto: Le Front des Mères y Alternatiba. La primera es «un sindicato de padres con una agenda ecologista, feminista y antirracista» (5), mientras que la segunda es un movimiento que lucha por preservar el medio ambiente. La idea del proyecto es tener en Bagnolet un lugar donde los habitantes de los barrios populares puedan organizarse y reunirse en torno a los temas que les afectan. Hablamos de ecología, pero no sólo de eso: también de antirracismo y feminismo, por ejemplo, y de vincular estos temas entre sí. El objetivo del centro es que los vecinos participen en las luchas que les afectan y se movilicen para mejorar su calidad de vida. Abordar la ecología de este modo significa apoyar el hecho de que vivir mejor significa vivir en una zona donde el aire sea respirable, tener acceso a alimentos de calidad y no ser objeto de racismo ni de ninguna otra forma de discriminación.
Como subrayan las dos asociaciones mencionadas, la alimentación es una cuestión ecológica importante, además de una palanca sanitaria y social. Sin embargo, los productos ecológicos y de producción local siguen siendo demasiado caros para algunos sectores de la población. Por eso se creó la red VRAC (Vers un Réseau d’Achat en Commun). Es una red de ámbito nacional en Francia, con sucursales en muchas regiones. El objetivo de la asociación es que todo el mundo tenga acceso a alimentos de calidad. Cada filial organiza grupos de compra en los barrios populares. En estas tiendas temporales, los miembros recogen los productos que han pedido. Las tiendas están gestionadas por voluntarios que pueden ser o no socios. Los productos son ecológicos y/o locales, no transformados, vendidos a granel y a precio de coste, es decir, a precio de productor. Cualquiera puede unirse a la red y contribuir de acuerdo con su situación.
La presentación de estas tres iniciativas no pretende ser una visión exhaustiva de todas las iniciativas que promueven una ecología de base, pero sí poner de relieve algunas de ellas y servir de inspiración. También muestra que estas asociaciones no se limitan a su papel ecológico, sino que también pretenden crear vínculos sociales, organizarse y luchar contra la discriminación, entre otras cuestiones.
Ilustración : foto tomada en la tienda VRAC de Fives durante la realización del reportaje para el último episodio de Agissons. – créditos : ©LuCie
Para más información:
- Ya puedes escuchar el tercer episodio de la 5ª temporada del programa de radio Agissons (6). Este episodio se centra en la «ecología para todos», e incluye un reportaje sobre una de las tiendas de ultramarinos de la red VRAC (Hauts de France). Agissons es un programa de radio sobre temas medioambientales producido íntegramente por un equipo de jóvenes voluntarios. Es un proyecto de la Maison Régionale de l’Environnement et des Solidarités (MRES) en colaboración con la emisora comunitaria RPL Radio..
- Visitar la página web de la red VRAC : https://vrac-asso.org/
Camille Schönig et Marine Moine
(miembros del equipo de Agissons)
Fuentes :
(1) La pollution de l’air touche davantage les plus pauvres. (s. d.). UNEP. https://www.unep.org/fr/actualites-et-recits/recit/la-pollution-de-lair-touche-davantage-les-plus-pauvres
(2) Katrina : la cause de nombreuses inégalités. (s. d.). Cata’monde. https://inegalites659333360.wordpress.com/2018/02/03/katrina-la-cause-de-nombreuses-inegalites-2/#:~:text=Pour%20l’ouragan%20Katrina,%2080%%20de%20la%20population%20a,vie%20sont%20affectées%20et%20ceux-ci%20sont%20majoritairement%20pauvres.
(3) Comby, Jean-Baptiste, et Hadrien Malier. « Les classes populaires et l’enjeu écologique. Un rapport réaliste travaillé par des dynamiques statutaires diverses », Sociétés contemporaines, vol. 124, no. 4, 2021, pp. 37-66. https://www.cairn.info/revue-societes-contemporaines-2021-4-page-37.htm
(4) Banlieue climat, l’asso qui réconcilie la jeunesse des quartiers populaires avec l’écologie. (s. d.). Mouv’.
(5) Esnault, M. (2021, 14 juin). Verdragon, la première Maison de l’écologie populaire, s’est ouverte. Reporterre, le média de l’écologie. https://reporterre.net/Verdragon-la-premiere-Maison-de-l-ecologie-populaire-s-est-ouverte
(6) http://agissons.ovh/portfolio-item/lecologie-pour-tous-tes-saison-5-episode-3/